martes, 24 de febrero de 2015

SOBRE TODO, YA NO TENGO PACIENCIA NINGUNA PARA QUIEN NO MERECE MI PACIENCIA.



Esto, se le debió haber ocurrido a Meryl Streep cuando se dio cuenta de que para algunas personas la frase, ''NO ACOSTUMBRO A ESTAR NI ASISTIR A NINGÚN LUGAR EN DONDE NO SE VALORA NI RESPETA LA AMISTAD" quedaba algo ambiguo...
"Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme. Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. DECIDÍ NO CONVIVIR MÁS CON LA PRETENSIÓN, HIPOCRESÍA, DESHONESTIDAD Y ELOGIOS BARATOS. No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. NO ME AJUSTO MÁS CON LA BARRIADA NI EL CHUSMERÍO. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la AMISTAD ME DESAGRADA LA FALTA DE LEALTAD Y LA TRAICIÓN. No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia"
-Meryl Streep-

martes, 10 de febrero de 2015

...y ahora me pinto los labios con fresas cosechadas en mi propio jardín y empiezo una oración con puntos suspensivos.







Pájaro que canta de noche.


Mi soledad me envuelve como un capullo de piel transparente.
Estoy madurando dentro, en silencio, abstemia de palabrerías y de amor.
No hay nada como alimentarse de pasto fresco y pétalos de azalea.
Yo, frente a mí, en un vacío tan prometedor que da escalofríos.
Yo, frente a mi libertad, con las manos llenas de ráfagas de viento salvajes;
en mi boca, remolinos de hojas recién arrancadas demandan historias húmedas y tibias.
El invierno me regaló un iglú, que usé para cegarme con luz, y sin darme cuenta, una ramita verde creció dentro de mí, tierna, indefensa, insolente.
Un botón de mar en medio de un bosque. Un puñado de bosque en medio del mar.
Así soy, frondosa, me han dicho, caderas amplias y pelo insurrecto, implacable.
Soy difícil, dicen, una cúspide de estalactitas intrincadas, un ramillete de hilos de seda enmarañados, un pájaro desobediente que canta de noche.
No soy mujer para cualquiera, porque el sol de cada mañana y la luna en la madrugada, la taza de café, la prisa, la pereza y el mismo espacio que me contiene, todo poseo y me posee a la vez. No estoy hecha para amantes celosos.
Más de uno y una se han ido porque no han logrado ponerme en una pequeña caja de celofán para acariciarme el pelaje como a un gato castrado.
Más de una y uno se han ofendido, y no es porque sea grosera, es que no les doy lo que ellos exigen, les doy lo que yo quiero.
del perfil de : Momentum. Danza que transforma
Título entrada de blog: Elizabeth Peña