Erase una vez, hace unas semanas ... Esa mañana despertó como hacía unas días, hacia las 4 en la madrugada, tras quedarse unos segundos reconociendo su entorno y tener cuidado de no molestar tanto al gato que dormía acurrucado en sus piernas, se dirigió al baño y como si alguien le dictara qué hacer, abrió el mueble y sacó el cepillo de dientes del que hasta entonces había sido un compañero sentimental, no dudo en tirarlo de inmediato como si en ese momento se deshiciera también de aquella energía masculina que ya no prefería en su vida.
Había permanecido en aquella relación por motivos que en algún momento pensó eran suficientes para estar con alguien, el cariño, la complicidad la motivación que ahora se había ido, la idea de acompañarse en una nueva etapa, más libre más madura tal como se sentía, el sentido del humor y las pláticas interminables que hacían darse cuenta la lucidez alcanzada, y en esa lucidez observar que la vida no es lineal y la consciencia tampoco, y aunque su prioridad desde hace tiempo era desarrollar más y más su conciencia también disfrutaba el contacto y las cosas exquisitas de la vida, una buena comida, una conversación inteligente y divertida, el sentido del humor era indispensable para que funcionase algo, de sus cosas favoritas que sentir era justo eso, la risa, sabía que la risa y unas buenas carcajadas venían del espíritu , definitivamente no era en sí un acto cognitivo, cuando surgía por el comentario de alguna persona lo hacía de una forma espontanea y con tal libertad a la que solo el espíritu tiene acceso, además siempre de aquella idea creativa surgían otras más que tanto para su interlocutor como para ella aumentaban el tiempo de aquellas carcajadas y eso justamente, fue lo que reflexiono aquella mañana después de escribirle un mail con una despedida amable y respetuosa, -decidí ordenar mis prioridades- en resumen de aquel mensaje. Recibió el mensaje de respuesta que no movió nada y esa serenidad fue la señal clara y concisa del Universo de haber tomado la decisión correcta.
Solo escuchó como su Alma y su Espíritu coincidian dictándole a su corazón : 'Siempre elije por la Risa y el sentido del humor, es lo único que te hará siempre Libre...'
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