Recuerdos...

Tengo grabada en la memoria el árbol de flores rojas con pistilo amarillo y blanco después de la lluvia de septiembre, con todos esos pétalos tan delgados que hacían la forma de un cono, la tengo grabada junto con la alegría que me dio encontrarla y sacarle una foto. Tengo grabada la lluvia de aguacero que caía sobre mi cara y que me hizo cerrar los ojos y esbozar una gran sonrisa. Tengo grabado el beso que me dio Iván en la mano el día de su cumpleaños que cenábamos juntos, lo tengo grabado junto con sus ojos de amor mirándome. Tengo grabadas unas canciones de Marley y otras de Cerati, la risa y los gritos de María Fernanda, tengo grabada alguna noche en el balcón de Lau con ese cielo y esa Luna que fue testigo de charlas lindas e importantes. Tengo grabado el nudo en la panza cuando Iván me dijo que se iba. Tengo grabada la imagen de mis primeras semillas germinando y la emoción que me produjo mi primera cosecha de hortalizas. 

Tengo grabada la voz de mi hermana diciendo “mira son mis amigos y diciendo ‘Adiós amigos!’” y las carcajadas que nos produce, el viaje a Toronto y el frío que me taladraba los oídos, los ojos de un amor, el beso en la frente de papá cuando volví a verlo después de casi dos años, y las mañanas del colegio cuando lo observaba mientras se rasuraba la barba. 

Tengo grabadas siestas en el sol, tardes en el campo, días con amigas, un viaje, el olor al pasto mojado, una canción de Vedder.

Tengo grabada la sensación en la piel después de un recital. Tengo grabado el olor de la cocina de la abuela Beatriz, nostalgias, recuerdos de algún tiempo pasado, chistes, un miedo, un vacío, la ansiedad al recibir un regalo, la calma que traía la casa de mi abuela, el sabor del agua de pozo y el gozo que me causaba ver a papá sacándola, las luciérnagas del patio.

Tengo grabadas emociones que despiertan sonrisas inconexas, en la calle, cuando compro el pan, cuando camino...

 y que lindo es eso! ir por la vida despertando curiosidad en los demás, sépanlo!;  no estoy loca, tengo recuerdos.